Espejo en forma de cara para invitar a los niños a descubrir la expresión de su propio rostro y estado de ánimo, especialmente pensado para incluirlo en la mesa de la Paz o como complemento para trabajar las emociones.
También puede ser usado para crear espacios que inviten a la higiene (limpiarse la nariz, lavarse la cara,...), como en las escuelas Montessori.
El espejo está fabricado en acrílico de seguridad.
Recomendado a partir de 2 años.
Dimensiones: 21x18,5cm