Llega la fiesta de disfraces del colegio y Kevin se quiere disfrazar de princesa. Su hermana le ha dejado un vestido, unos zapatos de tacón y unas joyas. Ha cogido el maquillaje de su madre y ahora Kevin es una princesa.
La verdad es que no le ve nada malo a disfrazarse así. Cuando nos disfrazamos es para que no nos reconozcan ¿verdad?. Si no, disfrazarse ya no tendría ninguna gracia.
Ahora, Kevin es una princesa. Ya pueden reírse los demás que a Kevin le da igual.
Libro en catalán.
Dimensiones: 21,3 x 25,7 cm y 32 páginas (tapa dura).