Nunca antes se consideró el parto como una enfermedad, por lo que jamás se asistió en los hospitales, sino que había unos establecimientos, las maternidades, donde se asistía a las embarazadas que no disponían de un hogar adecuado o que ni siquiera tenían un hogar.
Nunca antes se consideró el parto como una enfermedad, por lo que jamás se asistió en los hospitales, sino que había unos establecimientos, las maternidades, donde se asistía a las embarazadas que no disponían de un hogar adecuado o que ni siquiera tenían un hogar. Antes se paría, se comía, se padecían y se curaban las enfermedades en casa; a veces, incluso, se trabajaba en casa, en casa se divertía cada familia a su gusto… Hasta la última y definitiva actividad humana, morir, transcurría en el hogar. En la vida moderna, la casa es solo el lugar donde se duerme, se lava y se viste uno, donde todos están de paso, y los acontecimientos más importantes, el alfa y el omega de la vida, nacer y morir, se ejecutan fuera del hogar y de la familia, entre aglomeraciones de desconocidos.
Libro en castellano.
Dimensiones: 21 x 15 cm y 224 páginas (tapa blanda).